Cuarto Frío, performance individual producida en la inauguración de exposición La Transferencia de la Invisibilidad en el Bar Bistroi, ubicado al interior de Cochrane 333, en Concepción, el 15 de mayo del 2004 en el contexto del Candlelight, actividad en conmemoración por las personas fallecidas a causa del sida.
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En esta acción, el artista trató el tema de la muerte desde una nueva arista: la manipulación de los cuerpos después de fallecidos a causa del sida; y la memoria de la epidemia del sida local, desde los relatos de los propios afectados, abordando a su vez un tabú: la muerte y la invisibilidad de ésta.
“El mismo día de la inauguración de la exposición, en una esquina del bar colgué telas formando un triángulo, un lugar donde permanecer – habitar durante la performance. Lo que veía el público era una tela roja seguida de un polietileno transparente con una línea segmentada por su alrededor de cinta aisladora eléctrica negra y, en la parte baja, una señalética que decía Áreasucia, luego una tela azul. En el interior, había una tela blanca de fondo y en la parte superior un televisor encendido sin señal, formando un pequeño espacio, con un banquillo para poder sentarme”, relata el artista.
Áreasucia era el alter ego presente: su cuerpo desnudo yacía envuelto en plástico transparente, con vendas en la cabeza, el orificio del ano y boca taponados, y cubierto con una bolsa de basura. En la acción, el artista baja desde el segundo piso del bar con muchas dificultad al caminar, lentamente aparece en escena e ingresa al cuarto frío, como una cámara de refrigeración de cuerpos sin vida, quedando en exhibición cerca de media hora, mientras la música cada vez se hacía más asfixiante, proveniente del proyecto sonoro Raison D’être. El alter ego del artista estaba depositado en el lugar sin hacer nada más que estar presente, sentado o girando, retorciéndose como una larva queriendo romper su crisálida, y accionar de dolor. Sin embargo, ese momento no llegó. El ruido del lugar, las personas bebiendo y conversando a viva voz. El artista salió rápidamente del “cuarto frío”, se situó de pie afirmado en una muralla, luego se retiró del lugar.
“Algo pasó en mí, cierta incomodidad, hasta un chiflido logré escuchar, no fui capaz y me retiré, sin hacer lo que había imaginado, dejando a muchos asistentes amigos, familiares y activistas en la incertidumbre (…) Mirando el registro después de años, entiendo que fue una performance intensa a nivel emocional, me sentí tan vulnerable, tuve miedo. Con dificultad subí la escalera en modo cuerpo embolsado inmaculado, como una crisálida amortajada. Mientras estaba sentado en el ‘cuarto frío’ esperaba el momento para comenzar a desprenderme de la bolsa de basura que cubría todo mi cuerpo. La performance terminaba cuando rompía la bolsa de basura y me sacaba plásticos y tapones de los orificios de mi cuerpo. Estaban en el bar Daniel Parra y Camilo Rivera (QPED), de mis mejores amigos-activistas. La gente en general estaba carreteando y lógico a eso van a un bar, y otras pocas fueron a ver la exposición y performance. No sabía cómo enfrentar esa indiferencia en términos emocionales y me retiré. Era la primera vez que mi madre, hermana mayor y mi sobrina iban a ver una de mis performances en vivo. Recuerdo que mi mamá me contuvo. Desde entonces no llevo más mi trabajo performativo a fiestas, bares o donde exista venta de alcohol. Han sido dos veces que he roto ese propósito. Recuerdo que el registro fotográfico lo realizó un joven, el cual no recuerdo su nombre y creo que estudiaba diseño gráfico en Santiago, éste sacó las fotografías digitales de las obras en la exposición y la performance. Era toda una novedad lo de las cámaras digitales y me las regaló. Lamentablemente el registro es deficiente, así como muchos otros que vendrán”.
Cuarto Frío, performance, 2004. Registro en video VHS y fotografías digitalizadas. Archivo personal del artista.



Datos técnicos registro en video
Lugar: Bar Bistroi Cochrane 333 interior Concepción
Producción y performance: Guillermo Moscoso
Registro de video vhs: Carmen Gloria Hidalgo
Edición y montaje: Guillermo Moscoso
Duración: 8’ 17’’