Espacios Viables

Primera exposición individual en una sala formal de una institución académica: la Sala Marta Colvin del Centro Extensión Universidad del Biobío, en Chillán, ubicada en la calle 18 de septiembre 580. Titulada Espacios Viables, estuvo abierta al público del 13 al 27 de diciembre de 2007, y reflexionó sobre las experiencias de discriminación e invisibilización de las personas seropositivas en los espacios sanitarios, como también fue un ejercicio de memoria, de revisión biográfica y de visibilización de los cuerpos medicados, con un inesperado final relacionado justamente a los motivos de lucha del artista.



En esta oportunidad, el artista se enfrentó con una sala de exposiciones de murallas blancas, con parrilla de iluminación y con ventanales en la parte superior: un cubo blanco que estaba lejos de la realidad del artista, acostumbrado a intervenir espacios underground y a crear política con nada. Tal como venía desarrollando en sus estrategias de producción, reutilizó obras y materialidades de otras intervenciones-instalaciones: una selección de xilografías de la serie El Ángel Indulgente (1998), distribuida en los costados de la instalación La visibilidad como vehículo reivindicativo de la memoria (2005); un memorial de 272 rostros impresos del artista intervenido con pintura y códigos; además de materialidades usadas en la exposición La transferencia de la visibilidad (2006), montada en el Centro Cultural Plan B. 

Agregó diversos objetos y obras gráficas, como también espejos de agua, cajones con plásticos negros donde el artista sumergió paños blancos y diversas imágenes con palabras y conceptos relacionados con un tema por estación, formando una suerte de vía crucis. Como estrategia visual y también como un juego conceptual, cambió el nombre de varias obras y para el cierre de la exposición realizó una performance donde intervino cada estación-altar desde su alterego Areasucia. Las estaciones que conformaron la exposición fueron: La vulnerabilidad; Agregado 38… Homenaje a Ken Meakz; Punción; Ropa limpia; Contraindicaciones Farmacológicas o Pliegues en mi Alma; y La Visibilidad como Vehículo Reivindicativo de la Memoria.

En la performance producida para el cierre presentó una nueva vestidura como el alterego Áreasucia: faldón de polietileno, camiseta, rostro maquillado, cabeza calva. “Recorro cada estación-altar interactuando con las objetualidades emplazadas, hago el ejercicio de comer, luego vomitar, también oriné, recé, manipule los condones, y cené en una gran mesa engalanada, una suerte de última cena donde convoco a las personas fallecidas a causa del sida”.

Sobre este primer hito expositivo individual, el artista comenta: “Mi primera exposición en una sala formal de una institución académica y de entrada no fue una buena experiencia. A Miguel Lagos (periodista que en aquellos años trabajaba en la Extensión de la UBB Sede Chillán) le envié el dossier de la exposición que pretendía montar por primera vez en una sala formal. Coordinamos una fecha. La extensión ofrece varias garantías tales como: traslado obra, ida y vuelta a Concepción, alojamiento, alimentación, como también difusión de la actividad mediante material impreso y apariciones en la prensa local. Pero este soñado escenario se diluyó porque, estando en pleno montaje, oscura quedé cuando salí a comprar el periódico local La Discusión y en la página 18 decía que era portador de VIH/sida. Encaré a Miguel del por qué ese titular afirmando algo que yo en la entrevista no había declarado, si bien es cierto que en el medio artístico y amigos de aquellos años sabían de mi serología +, por mi activismo en Positivamente Positivos de Concepción. La verdad es que fue tanta la rabia, inauguraba esa misma tarde, tengo lagunas, no recuerdo qué dijo Miguel Lagos, ya que me vi luego entrando a la oficina del diario, donde pedí hablar con el editor y lo encaré. Le conté sobre la ley de sida y que buscaría asesoría legal, lo cual hice, pero me encontré con el gran dilema de hacer ruido y exponer a mi pareja al escarnio público. Fue una experiencia desagradable. Al término de la exposición de dos semanas, realice una performance que fue registrada en algunas pocas fotografías y en video por Francisco Olivares. Él ya estaba documentando mi trabajo, realizando un seguimiento a mis procesos, montajes y performances”.

La exposición contó con el auspicio de Extensión UBB.

Espacios Viables, exposición individual, 2007. Registro en fotografía digital de instalación y performance, de bocetos, de montaje en sala, inauguración, procesos, recortes de prensa, catálogo, afiche, flyer e invitación. Archivo personal del artista.

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