Performance realizada para ser registrada en video en el pequeño espacio taller del artista ubicado en su hogar, en la calle Tucapel #91, Concepción, el 8 de abril de 2020. Esta obra Solo me Falta la Corona fue producida por Guillermo Moscoso en el contexto de la primera cuarentena en Chile y el mundo entero, como respuesta de los Estados ante la pandemia del Covid19.
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El video Sólo me Falta la Corona, surge como una respuesta irónica a la crisis de confinamiento producto del Covid-19. Así lo comenta el artista: “En redes sociales, vi la publicación viralizada de una cuerpa de las disidencias sexuales, donde decía ‘Sólo me faltaba la corona’, haciendo alusión a que ya vive-convive con un virus, en este caso el VIH. Sólo le faltaba la corona en relación al nuevo coronavirus. Entonces, con los mínimos elementos que tenía a mi alcance en ese momento en mi tallercito, realicé este ejercicio performativo, un pequeño ensamble que me permitió después seguir ahondando en videoperformance desde las cuarentenas impuestas durante ese año 2020. Fue un invierno largo… Así que me coroné, coroné mi cuerpo. Mi cuerpo ya colonizado”.
Esta obra de videoperformance realizada en plena cuarentena fue parte del proyecto La(s) pandemia(s) y su(s) metáfora(s) iniciativa financiada por el Fondart Regional 201 y que tuvo como resultado una nueva exposición en la Casa del Arte-Pinacoteca de la Universidad de Concepción en 2022.
Sobre el contexto de producción de este video, el artista rememora: “En medio de esa incertidumbre y miedo a no dejar este mundo sin haber terminado lo inconcluso en torno a mi trabajo, ese terror a no ser capaz de sobrevivir a una nueva epidemia en el cual nos debíamos aislar para sobrevivir, yo de pestes ya sé. Estas normas sanitarias impuestas son un negocio redondo para los poderosos, los dueños de este país. Dudé en algún momento, me decía: le estaban dando color y con eso acallan el movimiento ciudadano del 19 de octubre, ¿Chile despertó? ¿Quién quemó el metro? ¿Y qué pasó con los 427 casos de heridas oculares, 34 de ellos con diagnóstico de pérdida o estallido ocular? En ese panorama me propuse a retomar obras inconclusas, ilustraciones, pinturas, collages, todo mezclado, un torbellino de muchos años atrás, con el ímpetu del ahora, con los justo y necesario, realicé estas acciones performativas en lo que es mi hogar junto a mi esposo. La muerte nos acecha, el asunto es cómo hacerle frente, el cuerpo, solo el cuerpo, la performance, la catarsis, encerrado me puse a crear un imaginario en torno a los cuerpos siendo vulnerables”.
A lo que agrega, describiendo: “En nuestro pequeño espacio taller armé un espacio para hacer ensamblajes y collages objetuales para intervenirlos con mi cuerpo. Registrar con lo hay, con mi cámara muriendo o mi teléfono. Puse una tela blanca en las murallas, lana roja como si fuese un aura de rayos con estrellas doradas de papel crepé. En esta acción estoy presente sin alter egos, con mi blusa blanca, guantes quirúrgicos, una ilustración de pulmones en mi pecho, un tul amarillo en el cuello, una mascarilla con bordas doradas, lentejuelas negras y la frase bordada en dorado ‘Solo me Falta la corona’. En ese espacio comprimido me saco la mascarilla entre gestos retorcidos al son de ‘La espera’, track de ‘AreaSucia’ proyecto sonoro que conformo junto a mi amigo Sergio Pardo. Finalmente, presento mis manos, luego sangre de ambas palmas de mis manos, mi cuerpo convive con un estigma, me retuerzo, todo duele, dolor, solo dolor de mis estigmas. Lentamente me corono, miro hacia arriba y cae mucha challa, en un trance me voy a negro”.
Solo me falta la corona, videoperformance, 2020. Registro fotográfico y de video digital. Archivo personal del artista.


Datos técnicos registro en video
Lugar: Edificio Tucapel 91 Concepción
Producción y performance: Guillermo Moscoso
Registro de video: Patricio Wernekinck
Edición y montaje: Guillermo Moscoso
Duración: 3’44”