Vía crucis

Eje temático: Resistir al Poder | Categorias: Performance, Performance Individual | Etiquetas: ,

Performance realizada en la ribera del río Biobío en San Pedro de la Paz, el 3 de abril de 2010. El contexto de Vía Crucis fue Semana Santa, conmemoración católica donde el artista compartió una reflexión en torno a las religiones judeocristianas que desde el concepto del pecado, nos han empujado a cargar diversas cruces en la vida, como lo hiciera Jesús, según la santa biblia.



Esta salida a terreno la realizó junto a las artistas y performers, Álvaro Pereda Alperoa y Pamela Navarro. Todas realizaron performances y se apoyaron registrando mutuamente sus obras. Alperoa realizó el registro en video y Pamela las fotografías de la obra de Guillermo. Las maderas utilizadas para las cruces la recogió de escombros generados por el terremoto en la calle Diagonal Pedro Aguirre Cerda, de Concepción. 

La acción en la ribera del Biobío comenzó con la investidura de Moscoso como Áreasucia, debajo del puente Llacolén. Había mucha vegetación, arena de río y agua canalizada, lo que permitió hacer una caminata y deriva por el lugar. De fondo, el curso del río, las ruinas del puente viejo quebrado a causa del terremoto del 27 de febrero; hacia el norte, la ciudad de Concepción. El alter ego viste de negro, con vendas de tela blanca y su usual corona de clavos en la cabeza, con el rostro entalcado y un pequeño velo negro de encajes para cubrirlo, guantes quirúrgicos, un rosario y tres cruces de madera. 

“La acción comienza cuando Areasucia carga las tres cruces en su hombro, camina con algo de dificultad abriéndose paso, ya que la ruta se va descubriendo in situ, desde una vegetación bien tupida al descampado que deja entrever la majestuosidad del río Biobío. Llego a un lugar donde no podía seguir avanzando y entierro con mis manos las cruces en la arena, me pongo el velo en mi cabeza y saco el rosario, juntos mis manos en señal de oración y de rodillas comienzo a rodear el calvario de cruces, moviendo la boca, sin voz. Me levanto y comienzo a tirar una a una las cruces al cauce del río, permanezco un momento en pie para luego caer de rodillas, me saco el velo y lo guardo junto al rosario, camino perdiéndome en el paisaje”, detalla el artista.

Moscoso asume un ritual para expiar las culpas colectivas: “El caminar con tres cruces al hombro buscando un calvario, es una reflexión en torno al significado de la pasión de Cristo que históricamente han impuesto las religiones que tienen su origen en la cultura judeocristiana que, a través del ejercicio del poder, el castigo y la culpa, manipulan a las personas que tienen la necesidad de aferrarse a algo superior. Este camino no tiene estaciones, sólo una extensa plegaria por todos aquellos que son presa de esta maquinaria que adormece nuestro pueblo, desde el discurso del Estado hasta el predicador que gasta su voz entre vaticinios de un libro que fue creado para agrandar las arcas de unos pocos. Estos maderos los recogí en los escombros de una avenida céntrica; las tres cruces representan el calvario, que estoy dispuesto a cargar para expiar toda la mala fe de quienes ejercen poder hacia los demás. Es una forma de reconocerme con mi origen protestante, renegando de las creencias y la charlatanería…”.                                                                                                                                                           

Via Crucis, performance, 2010. Registro fotográfico digital por Pamela Navarro, y afiche, master de video autoría de Álvaro Pereda. Archivo personal del artista.

Archivo