Performance producida en el marco de la conmemoración “Candlelight” por la personas fallecidas a causa del sida, en el domicilio privado del artista, ubicado en Tucapel #91 Concepción, el 26 de mayo de 2013. En Me Resisto al Olvido y al Silencio de la Muerte, el artista se presenta al comienzo sin alter egos, para luego en el transcurso de la acción invocar al Ángel Indulgente, en un ritual de memoria en conmemoración a las infancias que han muerto a causa de VIH/sida.
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“Esta performance la realicé en la azotea del edificio donde vivo, muchas veces me sirve de taller improvisado, el lugar está algo derruido por el paso de los años y la humedad. En esta performance estoy presente como Guillermo vestido de negro y mientras transcurre la acción me travisto del Ángel Indulgente. La performance comienza cuando permanezco acostado sobre la mesa como si estuviese dormido, o muerto. Me incorporo para sentarme en una silla donde comienzo a taponear mi boca, cubro mi cuerpo con una gran bolsa de basura negra, como una larva crisálida mortaja infecta, me retuerzo hasta liberarme de la bolsa, rompiendola y emerjo cual mariposón para travestirme de mi alter ego El Ángel Indulgente, luego tomo un pequeño saco con tierra y la pongo sobre la mesa formando un montículo con mis manos, todo entre gestos retorcidos, formando un altar mortuorio con flores de estación, bellas hortensias y crisantemos maules, más flores plásticas. Ahí, prendo una vela que dejo en el altar y me subo a la mesa como quien engalana un angelito, replicando el rito mortuorio infantil de arraigo campesino, mientras los asistentes a la performance prenden velas depositándolas en el montículo de tierra y sentándose alrededor de la mesa, transformando la performance en el ritual del velorio de un angelito”, describe la acción Guillermo Moscoso.
Para el artista, reflexionar sobre esta obra desde una mirada en retrospectiva, implica, en sus palabras, “un guiño a las infancias fallecidas a causa del sida, un traer al presente las memorias del pasado, historias y estadísticas que permanecen invisibilizadas hasta la actualidad. Esta conmemoración de carácter íntima, me rememora cuando niño el haber presenciado este rito funerario del “velorio de un angelito», acomodado en una pequeña mesa, repleto de flores, con sus alitas de papel de volantín blanco, en medio de comida, bebestibles, guitarreo y baile en la casa de una vecina en Chiguayante”, comenta.
En esta acción se ve un gesto distinto por parte del performer, al buscar conmemorar el “Candlelight” de manera íntima en un espacio totalmente privado, gestionando el permiso del lugar con el comité de vecinos de su edificio. El artista invitó a una pequeña red de amigos y amigas, quienes manifestaron con anticipación su interés en participar. A diferencia de otros años, en vez de generar un momento de agitación, Moscoso buscó producir un momento de encuentro y reflexión en torno a las personas e infancias fallecidas a causa del sida en Chile.
Me Resisto al Olvido y al Silencio de la Muerte, performance, 2013. Registro fotográfico y video digital, bitácora de acción. Archivo personal del artista







