Participación con el registro del videoperformance La reconstrucción de un trozo de nuestras vidas y con el texto curatorial de Carolina Lara en la exposición colectiva La Pinacoteca en el Museo, organizada por Sandra Santander, curadora de la Pinacoteca de la Universidad de Concepción, muestra realizada en el Museo Nacional de Bellas Artes Santiago, desde 22 hasta el 12 de abril de 2020.
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La exhibición se realizó en el marco del Centenario de la Universidad de Concepción (1919-2019). La muestra llevó desde la Pinacoteca UdeC hasta el museo en Santiago alrededor de 80 piezas seleccionadas por la curadora Sandra Santander, de un total de dos mil 500 que preserva la Pinacoteca, en aquel momento bajo la dirección del fallecido escultor y académico UdeC Rodrigo Piracés.
«Al cumplir 100 años, la Universidad de Concepción pone en circulación parte del acervo patrimonial de su Pinacoteca, institución que fue pensada y formada desde lo local, pero también desde una periferia respecto al desarrollo económico, intelectual y social de nuestro país. Esta suerte de ruralidad poco a poco se transforma en un factor de mérito y la colección va adquiriendo relevancia y plusvalía por contar con obras emblemáticas de la pintura nacional, por estar dedicada exclusivamente al arte chileno y por su marcada vinculación con la cultura regional», detallaba la propuesta curatorial.
Mientras que el texto producido por Carolina Lara anunciaba:
Contra el padre
Frente al retorno arrepentido del hijo pródigo, el exilio y la rabia del Ángel Indulgente. Al contrastar la pintura de Alfredo Valenzuela Puelma con el video-performance de Guillermo Moscoso, una figura común es la del errante que se enfrenta al Padre; la Patria o el Estado, en el caso del artista de Concepción. Todo un sentido cobra aquí la definición de errar como equivocación y también como ese ir y venir sin motivo. Y toda una fisura es la imagen de amor entre padre e hijo del pintor, con un sesgo homoerótico en el acto del joven sometido al beso y el abrazo estrecho del dueño de casa, una crítica a la Iglesia católica tal vez. El alter ego de Moscoso es un ángel caído que vaga por el descampado, en un exilio o búsqueda eterna, encontrándose esta vez con los restos de los otros (los zapatos abandonados) y con un asentamiento de casas diminutas que derrumba a golpes con la bandera chilena. El hijo pródigo vuelve con docilidad; el Ángel Indulgente se queda en ese viaje rebelándose al Padre, sumido en su pecado, deambulando sin retorno posible, pero sin sometimiento al poder.
Acerca de la invitación a exponer en el marco del centenario de la UdeC en el MNBA, el artista rememora: “Fui invitado a esta exposición por la Sra. Sandra Santander, curadora de la Pinacotec UdeC para exhibir el registro de alguna performance que dialogara e interpelara una pintura emblemática de gran formato de la colección, en este caso fue El hijo pródigo de Alfredo Valenzuela Puelma. Elegimos la obra La reconstrucción de un trozo de nuestras vidas, performance realizada en el marco de la conmemoración de los dos años del terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010. Esta acción re-significada como una nueva lectura de la performance de mi autoría La búsqueda de mi calzado, que es parte del libro “Performance: Reconstrucción de la memoria”. El registro en video de esta performance fue exhibido junto a la obra de la colección en mutuo diálogo en una de las salas de esta muestra colectiva en el Museo”.
La Pinacoteca en el Museo, exposición colectiva en el Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago de Chile, 2020. Registro fotográfico de teléfonos móviles, invitación, catálogo pdf en línea, catálogo físico digitalizado, recorte de prensa digitalizado, y registro fotográfico de obras originales. Archivo personal del artista.


