Casa de limpieza, ritos en torno al Tifus Exantemático, es el título de la performance realizada con la colaboración de las artistas Lorena Muñoz y Valentina Isidora, en las Ruinas del Mercado Central de Concepción el 18 de marzo de 2022. Esta acción colectiva tematiza el cómo azotó la epidemia del tifus a Concepción en el siglo XIX, a la vez que trae desde la memoria la figura de Abigail, una travesti que a comienzos de los 90’s vendía claveles afuera del mercado intentando sopesar el trabajo sexual. El video de esta obra fue parte de la exposición La(s) Pandemia(s( y su(s) Metáfora(s) de 2022 en la Casa del Arte-Pinacoteca U. de la Concepción, financiada por Fondart Regional 2021.
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Esta acción fue realizada en el Mercado Central de Concepción, construido en 1940. En el mismo lugar se encontraba antes la «Revoca», primer mercado de la ciudad, de fines del siglo XIX y destruido por el terremoto de 1939. “A mediados de los años 30, la epidemia del cólera diezmó Concepción y el país, siendo una vez más la clase trabajadora, los más vulnerables, comunidades empobrecidas afectadas por esta epidemia. Una de las medidas sanitarias y que equivalía a un pase sanitario, era pasar por las casas de limpieza. Todo trabajador/a y habitante de vegas, ferias libres, mercados, carnicerías: peluqueros, floristas, lustrabotas, diversos oficios populares, los indigentes, tenían que asistir a estos lugares o bien ser llevados por la fuerza, para ser sometidos a un riguroso corte de cabello, la quema de ropa y una suerte de fumigación con Zyklon B (ácido cianhídrico utilizado en aquella época en los campos de concentración nazi), para eliminar los piojos que eran vectores de esta enfermedad”, detalla Guillermo Moscoso, narrando los resultados de su investigación sobre el impacto del tifus en Concepción y el Biobío.
Estas casas de limpieza tenían la lógica de producir cuerpos limpios para que la maquinaria de producción no se detuviera. No a los cuerpos sospechosos, era la lógica de normas sanitarias aplicadas por un Estado policial. Una nota del diario El Mercurio en la época, denunciaba murallas vandalizadas con la consigna «Queremos pan y no baño». Las clases populares no tardaron en protestar y enfrentarse a la policía sanitaria en sus redadas, al ingresar violentamente en conventillos, cités, a las periferias de las ciudades y barrios populares. A su vez, la figura de Abigail, una travesti que circulaba a comienzos de los años 90’s en las inmediaciones del Mercado Central y el paseo peatonal de Concepción vendiendo claveles, “una figura desenfadada, palabrera como ella misma, es relevada desde el oficio de vender flores a $100 pesos como un intento por salir de la prostitución”., comenta el performer. Cruza aquí la memoria del Mercado y de la enfermedad, con la memoria “cola” de Concepción en sus palabras, “descrita por cuerpos proscritos fuera de la norma, entonces yo evoco a la Abigail, conmemoro sus agallas, su sobrevivencia. Ambas historias pasando por procedimientos de control e higienización, la resistencia se revela, todo es una protesta”.
A lo que agrega: “En esta performance está presente Guillermo sin alter egos, camino bajo el gran esqueleto de la arquitectura del edificio del Mercado Central, me contorneo, vendo, ofrezco flores y claveles rojos a los asistentes, mientras una sonoridad con una letanía y pregón que inunda el lugar se oye inclusive desde lejos, les regalo un clavel a cada persona público que asiste a la performance. Me encuentro con la Policía Sanitaria y me atrapa, me amarran con un cordel, me suben a un carro y me conducen a la primera estación. En el sector cocinerías, un plástico en el suelo y sobre este una silla, a un costado un montículo de cenizas con un cono de tiraje de estufa, un encendedor, una botella de acelerante y en el otro costado una pequeña mesa con un mantel y sobre este tierra junto a cenizas y banderitas chilenas, una máquina de cortar pelo y un recipiente para contener cabello. Me siento y la Policía Sanitaria me custodia, luego me despoja de mi ropa dejándome desnudo. Mis zapatos quedan a un costado de la silla. Lorena policía Sanitaria rompe la ropa, pone acelerante y le prende fuego. Valentina Policía Sanitaria comienza a cortarme el cabello del cuerpo en el siguiente orden: Cabeza y pubis. Me arrodillo y junto con mis manos el cabello y lo pongo en el recipiente. Me pongo los zapatos y llevo los claveles rojos, con la otra mano llevo el recipiente con el cabello, la Policía Sanitaria me conduce a la siguiente estación”. La acción prosigue con una segunda y tercera estación, ocupando tres espacios y locales del antiguo Mercado, donde el cuerpo del performer es saneado con agua y posteriormente, despojado inclusive de las flores que tanto cuidó y compartió.
Casa de limpieza, ritos en torno al Tifus Exantemático, videoperformance, 2022. Registro fotográfico digital autoría de Joaquina Saravia. Registro en video digital. Boceto digitalizado. Afiche digital-invitación. Registro de 5 audios con letanías de performance. Archivo personal del artista.



















Datos técnicos registro en video
Lugar: Ruina del Mercado Central de Concepción
Producción y performance: Guillermo Moscoso
Colaboradoras: Lorena Muñoz & Valentina Isidora
Participantes: Rodrigo Llanos, Alonso Flores, Ivalú Astete Salazar & Carolina Lara
Edición de video: Carolina Lara & Guillermo Moscoso
Registro y montaje: Ciénaga Comunicaciones
Duración: 10’24”
Letanía performance
Soy la Abigail
Encuentro con la Policía Sanitaria
El despojo
La limpieza
La insurrección